Norma que regula La
capa de ozono
La capa de ozono es un cinturón de gas ozono natural que se
sitúa entre 15 y 30 kilómetros sobre la Tierra como si fuera un escudo contra
la dañina radiación ultravioleta B emitida por el sol.
El
ozono es una molécula altamente reactiva que contiene tres átomos de oxígeno.
Está constantemente en formación y se rompe en la atmósfera superior, a 10 - 50
kilómetros sobre la Tierra, en la zona llamada estratosfera.
En
la actualidad, hay una preocupación extendida de que la capa de ozono se esté
deteriorando debido a la liberación de la contaminación que contienen los
productos químicos cloro y bromo. Dicho deterioro permite que grandes
cantidades de rayos B ultravioleta alcancen la Tierra lo que puede provocar
cáncer de piel y cataratas en humanos y dañar a los animales.
Un exceso de
radiación B ultravioleta que llegue a la Tierra también inhibe el ciclo del
fitoplancton, organismos unicelulares como las algas que componen el último
eslabón de la cadena alimenticia. Los biólogos temen que estas reducciones del fitoplancton
provoquen una menor población de otros animales. Los investigadores también han
documentado cambios en las tasas reproductivas de peces jóvenes, gambas y cangrejos,
así como de ranas y salamandras que se exponen a un exceso de ultravioleta B.
PROTOCOLO SOBRE LA
PROTECCION DE LA CAPA DE OZONO
Es la protección de la capa de ozono
mediante la toma de medidas para controlar la producción total mundial y el
consumo de sustancias que la agotan, con el objetivo final de eliminarlas,
sobre la base del progreso de los conocimientos científicos e información
tecnológica.
El Protocolo de Montreal se
estructura en torno a varios grupos de sustancias destructoras del ozono. Los
grupos de sustancias químicas se clasifican de acuerdo a la familia química y
se enumeran en los anexos al texto del Protocolo de Montreal.
exige el control de casi 100
sustancias químicas en varias categorías. Para cada grupo o anexo de sustancias
químicas, el Tratado establece un calendario para la eliminación gradual de la
producción y el consumo de esas sustancias, con el objetivo de eventualmente
eliminarlas por completo.
El calendario establecido por el Protocolo de Montreal se
aplica al consumo de sustancias destructoras del ozono. El consumo se define
como las cantidades producidas, más importadas, menos las cantidades exportadas
en un año determinado. También existe una deducción por la destrucción
verificada.